Siempre me ha fascinado el diseño de los sistemas de transporte en todo el mundo. El objetivo es simple: llevar a las personas de un punto A a un punto B, ya sea que sean nuevos en la ciudad o residentes de larga data. Estos sistemas deben planearse estratégicamente de manera que sean funcionales y fácilmente comprendidos por la más amplia gama de personas. Si bien la implementación de sistemas de transporte puede parecer que podría seguir un único modelo, cada ciudad es diferente, con su propio conjunto de desafíos únicos y requisitos en evolución.
Mi enfoque del diseño está influenciado por mis estudios en sistemas cognitivos, que exploran cómo se estructuran los sistemas de lenguaje, computación y marcos filosóficos, ya sea por naturaleza o por diseño humano. Así como el transporte público se diseña con la ciudad en mente, yo diseño productos teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios, los objetivos comerciales y la accesibilidad en primer plano. Me tomo el tiempo para comprender los desafíos que surgen de la investigación de usuarios y aseguro que el resultado sea una experiencia funcional y accesible que sirva tanto al usuario como al negocio.